La sensación de dolor puede variar dependiendo de la zona del cuerpo y la sensibilidad de cada persona. Por lo general, las zonas con más nervios, como las muñecas, el interior de los brazos o la espalda, suelen ser más dolorosas. Sin embargo, la mayoría de la gente dice que el dolor es soportable y que se va acostumbrando a medida que avanza el proceso. Te recomiendo que vengas relajado y respires profundamente durante la sesión.

El tiempo de curación depende del tamaño y la complejidad del diseño, pero normalmente tarda entre 2 y 4 semanas. Durante este período, es importante seguir las indicaciones de cuidado que te dé el tatuador, como mantener la zona limpia, evitar exponerla al sol y no rascarte. Si sigues estos pasos, tu tatuaje cicatrizará de forma adecuada.

Sí, puedes bañarte, pero tienes que tener cuidado de no mojar demasiado la zona durante las primeras semanas. Te recomiendo ducharte en vez de bañarte, y evitar que el agua caiga directamente sobre el tatuaje. También es importante que uses un jabón suave y no restriegues con fuerza.

No, es mejor evitar la exposición directa al sol durante las primeras 2-3 semanas. La piel recién tatuada es más sensible y puede quemarse con facilidad. Una vez que el tatuaje esté completamente curado, puedes exponerlo al sol con moderación y utilizando protección solar.

No es recomendable beber alcohol durante las primeras 24-48 horas después de hacerte un tatuaje. El alcohol puede retrasar el proceso de curación y aumentar el riesgo de infección. Te sugiero que esperes al menos una semana antes de consumir alcohol, para que tu cuerpo tenga tiempo de sanar adecuadamente.